INTRODUCIENTO
La poesía habita entre nosotros y se manifiesta casi sin darnos cuenta, sin pedir permiso; soy de pensar que el espíritu que nos habita nos habla a través de ella. El poeta entonces es un ser espiritual, con la capacidad de conversar consigo mismo y con el ego lo suficientemente sano para exteriorizar sus diálogos más primitivos.
En mi opinión ha errado quien cree que la poesía es cosa de cultos, intelectuales o letrados; es por el contrario un impulso, una fuerza que puja y empuja buscando florecer, es espíritu, energía, fuego divino que mana de hombres y mujeres.
Todos vivimos con la poesía, ella nos habita en la palabra del espíritu. Si la cultivas se desborda, queda regada por el mundo, por los mundos, en sus diferentes planos existenciales, es cosa del poeta ir en su búsqueda, acudir en su rescate.
Aquí está entonces la palabra de mi espíritu, su poesía.
LA POESIA RESCATADA.
POEMA A
Dicen que cometiste fechoría
vivir la vida de los reyes no es cosa fácil
sordo de una oreja pero de hábiles manos
jugabas entre las letras para brillar como lucero.
Recio y aventurero cabalgaste la ciudad nocturna
cometiendo los desmanes de los hombres libres
eres digno ancestro de tu herencia proletaria
aquí llevo tu estandarte de glorioso guerrero.
Fuiste el padre de las luces que alumbran
la existencia de este caminante hereje
aprendí a no tenerte y ante tu ausencia
voy regando por el mundo tu presencia.
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