INTRODUCIENTO

La poesía habita entre nosotros y se manifiesta casi sin darnos cuenta, sin pedir permiso; soy de pensar que el espíritu que nos habita nos habla a través de ella. El poeta entonces es un ser espiritual, con la capacidad de conversar consigo mismo y con el ego lo suficientemente sano para exteriorizar sus diálogos más primitivos.

En mi opinión ha errado quien cree que la poesía es cosa de cultos, intelectuales o letrados; es por el contrario un impulso, una fuerza que puja y empuja buscando florecer, es espíritu, energía, fuego divino que mana de hombres y mujeres.

Todos vivimos con la poesía, ella nos habita en la palabra del espíritu. Si la cultivas se desborda, queda regada por el mundo, por los mundos, en sus diferentes planos existenciales, es cosa del poeta ir en su búsqueda, acudir en su rescate.

Aquí está entonces la palabra de mi espíritu, su poesía.

LA POESIA RESCATADA.

VERDE


Los arboles no crecen por capricho
todo es parte de su misión en la Tierra
intenta mojarte las manos en el musgo
veras que tan viva está la hierba.

Es larga y pulcra la hoja del tabaco
que nos brinda sus humos secos de brandy
los sabios viejos de mi herencia
las bañan con ron y candela.

He nadado entre el humo y el musgo
sentí mía la Tierra sin dueño
la sabia planta bien nos aconseja
nunca abandona a sus hijos en el suelo.

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