INTRODUCIENTO

La poesía habita entre nosotros y se manifiesta casi sin darnos cuenta, sin pedir permiso; soy de pensar que el espíritu que nos habita nos habla a través de ella. El poeta entonces es un ser espiritual, con la capacidad de conversar consigo mismo y con el ego lo suficientemente sano para exteriorizar sus diálogos más primitivos.

En mi opinión ha errado quien cree que la poesía es cosa de cultos, intelectuales o letrados; es por el contrario un impulso, una fuerza que puja y empuja buscando florecer, es espíritu, energía, fuego divino que mana de hombres y mujeres.

Todos vivimos con la poesía, ella nos habita en la palabra del espíritu. Si la cultivas se desborda, queda regada por el mundo, por los mundos, en sus diferentes planos existenciales, es cosa del poeta ir en su búsqueda, acudir en su rescate.

Aquí está entonces la palabra de mi espíritu, su poesía.

LA POESIA RESCATADA.

RIGORES

Rigores del pensamiento que convierten todo en realidad
Impalpable
        transmutable
                    mutable
                            amable.


Rigores del corazón que convierten todo en sensación
Pensarte
           tocarte
                    soñarte
                            amarte.


Rigores, realidades y sensaciones
Causalidades de los dolores del alma
Dime que nunca te vi, que nunca te conocí
Grítame que no sabes de mí
                                                        miénteme.


Rigores de la memoria que todo lo devuelve.

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