INTRODUCIENTO
La poesía habita entre nosotros y se manifiesta casi sin darnos cuenta, sin pedir permiso; soy de pensar que el espíritu que nos habita nos habla a través de ella. El poeta entonces es un ser espiritual, con la capacidad de conversar consigo mismo y con el ego lo suficientemente sano para exteriorizar sus diálogos más primitivos.
En mi opinión ha errado quien cree que la poesía es cosa de cultos, intelectuales o letrados; es por el contrario un impulso, una fuerza que puja y empuja buscando florecer, es espíritu, energía, fuego divino que mana de hombres y mujeres.
Todos vivimos con la poesía, ella nos habita en la palabra del espíritu. Si la cultivas se desborda, queda regada por el mundo, por los mundos, en sus diferentes planos existenciales, es cosa del poeta ir en su búsqueda, acudir en su rescate.
Aquí está entonces la palabra de mi espíritu, su poesía.
LA POESIA RESCATADA.
POEMA L
Ernest Hemingway prestó sus aposentos
insigne cómplice de aquella vasta travesura.
El viejo Santiago fue testigo de nuestra huida
seguro estoy de que Manolín nos espiaba
entre las palmeras del Acuario.
¿Quién nos conquistó en aquella dulce osadía?,
remojados en ese mar nosotros,
devorados por las ganas.
La Habana sirve sus noches para hurtar
lo que he deseado por tantas lunas
con el reflejo de tu andar nocturno.
Desde el bar de las conspiraciones yo te observaba
escondido en la mirada de los otros.
Te atesoro con celo entre mis sueños imposibles
gozo con tu nombre de historias de insurgencia.
Nos cruzamos a veces cuando se me hace
insostenible la tortura del no pertenecernos.
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